Un grupo de feligreses pide la colaboración de los jumillanos para publicar una autobiografía del sacerdote Juan Paco Baeza

Un grupo de feligreses jumillanos quieren ver publicada una autobiografía del sacerdote Juan Paco Baeza, y para ello, necesitan conseguir reunir antes de que finalice este mes de enero el dinero que hace falta para terminar de sufragar este proyecto.

Según indica Ana Tomás Herrero, una de las integrantes de este grupo de feligreses, el objetivo es que la Universidad Pontificia de Salamanca publique una autobiografía del sacerdote Juan Paco Baeza que estuvo en Jumilla durante 30 años y del que se inició hace unos años el proceso para lograr su beatificación.

“El libro es un testimonio impresionante de la vida de don Juan Paco y de la situación de Jumilla en la posguerra y se divide en dos partes, la primera más narrativa explicando cómo era la localidad en esos años, y la segunda, es el diario en sí del sacerdote”, explica Ana Tomás.

Así pues, el grupo de feligreses pide la colaboración de los jumillanos para que hagan la  donación económica que puedan con el fin de conseguir la publicación. Para ello, pueden hacer el ingreso en la cuenta que el padre Blas Bernal tiene en el Banco Popular y cuyo número es: 00750166850700908552. También se puede entregar el dinero directamente en mano al padre Blas.

Igualmente, según destacan los feligreses, Juan Paco Baeza fue un sacerdote muy querido por los vecinos, ya que realizó un sinfín de iniciativas a favor de los ciudadanos jumillanos.

Juan Paco Baeza

Juan Paco Baeza nació el 29 de junio de 1890 en la pedanía murciana de Puente Tocinos y ocupó diversos cargos a lo largo de la geografía diocesana hasta el año 1939, momento en el que fue designado cura párroco de El Salvador de Jumilla, cargo que ocupó hasta su jubilación en 1968.

Ocupó el cargo de capellán del Monasterio del Rosario de las Madre Dominicas y más adelante fue capellán de la Residencia de Santa Teresa de Jesús Jornet hasta su muerte en 1978. Creó dos hospicios donde recogió a los niños más pobres y abandonados y fundó una congregación religiosa y una escuela taller.

Además, recibió las más altas distinciones eclesiásticas y civiles, como la Medalla de Oro a la beneficencia con distintivo azul y el título de Hijo Adoptivo de Jumilla. También hay una plaza ajardinada en el 4º Distrito que lleva su nombre.

En 2003, Manuel Ureña Pastor, obispo de la diócesis de Cartagena hasta 2005, inició su proceso de beatificación y que todavía hoy continúa abierto.

Este sitio web utiliza cookies para facilitar y mejorar la navegación. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso. POLITICA DE COOKIES